lunes, 23 de julio de 2012

Rodríguez en Sevilla

He vivido muchos años solo así que me considero una persona completamente independiente y capaz de arreglármelas sin la ayuda de nadie. Cuando me fuí a vivir con mi chica fue quizás la única cosa que eché de menos así que esta semana en la que al final he estado de Rodríguez me dije a mi mismo "bueno, una semanita para recordar viejos tiempos"... Pero ay de mi, que me las prometía muy felices. Las cosas no son como las pintan y como uno las recuerda...
- He hecho la cama todos los días sin darme cuenta. Así que aquella peregrina idea de no hacerla en toda la semana se ha ido al traste. Ya sólo me queda la ilusión de no hacerla el domingo, cuando ella llegue, para ver si se cabrea un poco y me llama "desastre".
- Pensaba salir todos los días, pero como sé que nadie me espera en casa me estoy quedando hasta las tantas en la oficina, que además tenemos faena hasta reventar. Ayer salí a las 11:00 de la noche.
- Eso ha provocado que no pueda ir a comprar al Mercadona en toda la semana y estoy acabando con todas las reservas. Se me acaban los filetes congelados y anoche tuve que cenar un par de yohogures especiales para bebés que se había dejado mi hijo sin comer.
- No tengo champú. Ayer me lavé la cabeza con uno de mi chica, pero resultó tener un protector de color y ahora parece que lleve una bombilla encendida en la cabeza. Si hoy sigo en la misma deriva tendré que ir a Opencor y resolver los problemas de alimentación e higiene antes de que llegue el fin de semana, mi capacidad de previsión se ha evaporado totalmente. La otra opción sería llamar a la ONU y pedir ayuda humanitaria.
- Hay un murciélago en una ventana. No sé si ha venido para quedarse unos días o piensa quedarse para siempre. Creo que a mi chica no le va a gustar nuestra nueva mascota, todo lo contrario que al pequeño Ulises, que a buen seguro optará por llamarle Batman, por intentar cazarlo y arrancarle las alas, o por ambas cosas a la vez.
- Creí que no estando mi familia podría levantarme un poco más tarde ya que me ahorraría el tiempo que gasto en levantar al niño, darle el desayuno, vestirlo y llevarlo a la guarde, pero no hay manera de seguir durmiendo más allá de las 8. Entre el calor insoportable y la costumbre me despierto si o si. Así que lo que hago es irme a correr a 1ª hora y al menos ya me lo he quitado de enmedio.

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