sábado, 5 de febrero de 2011

Lo fácil que es apoyar a Egipto!!!


Me hace gracia lo fácil que se llenan la boca algunos para hablar de lo malo que ha sido Mubarak durante los 30 años de mandato, o lo horrible que era el régimen tunecino. Occidentales pidiendo la libertad de dos pueblos que, si al final consiguen cambiar sus destinos, no será desde luego gracias a la ayuda que ha prestado Europa o EE.UU. para lo lograr esos objetivos.
Si esas revoluciones semi pacíficas están teniendo éxito en estos dos países es precisamente porque se trataba de dos naciones con gobiernos dictatoriales de "baja intensidad" donde los radicalismos religiosos no formaban parte de las estructuras básicas de poder a los que Occidente veía con muy buenos ojos por considerar que eran "lo menos malo" que se puede conseguir en un país islámico.
Salir a manifestarse en un país occidentalizado como Túnez, o Egipto, que tiene históricas buenas relaciones con Israel, es más fácil que hacerlo en Emiratos Árabes Unidos, Yemen, o Arabia Saudí. El motivo está muy claro: En Egipto si te manifiestas no te matan. En Arabia sí.
Occidente debería, por tanto, dejar de partirse la camisa exigiendo un cambio en Egipto (que es a quien menos falta le hacía) y meterle mano a esos países cuyas leyes oprimen a las mujeres (la mitad de su población no tiene ningún derecho) y al pueblo en general.... ¡Ah no! que los saudíes son amigos y además tienen mogollón de pasta y no conviene tocarlos...
Ayudar a los egipcios está muy bien. Subirse al carro del cambio es muy bonito, pero no cuela. Si Occidente quiere ser el paladín (a la taza) de la democracia mundial debe elaborar un plan de implantación de los derechos humanos en todo el planeta, si mirar cuanto petróleo tenga cada país o a cuanta distancia estén sus misiles.

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