miércoles, 3 de noviembre de 2010

Las elecciones americanas dejan un futuro complicado a Obama pero mejor de lo esperado.

Las elecciones en EE.UU. nos dejan varios titulares que, en ningún caso, son extrapolables a España, por más que algunos intenten expandir ondas a través de los mares radiofónicos y de papel. Unas benefician a los conservadores, pero otras, dan un margen de maniobra a Obama.
Los republicanos han recuperado el control de la Cámara de los Representantes holgadamente, pero no han conseguido hacerse con el Senado, algo que también pronosticaban muchas encuestas. El descalabro de los demócratas ha sido, por tanto, menor de lo esperado, aunque no sé si eso es un consuelo suficiente.
Alguno/a de los líderes del Tea party se han quedado sin representación pese a la dura campaña que han realizado en aras de conseguir barrer en todos lados. La gente les ha dicho que no en muchos sitios aunque es cierto que su avance es extraordinario. La crisis y el tradicional miedo americano ha surtido efecto.
Los demócratas recuperan un estado emblemático como es California y mantienen Nueva York, dos bastiones tradicionales que son el soporte de las presidenciales para Obama.
En Michigan, el paro y el desmantelamiento de la industria del automóvil ha podido con el voto tradicional demócrata y tendremos gobernador republicano.
En California ha salido no a la legalización de la marihuana en el referéndum elaborado al efecto...
Parece evidente que todo esto no puede tener translación al voto en unas hipotéticas elecciones generales en España y menos en las autonómicas o locales. Las condiciones son tan diferentes, se vota de manera tan desigual en un lado y en otro que es absurdo.
Pero me quedo con la tendencia, el voto de castigo a Obama a través de sus correligionarios... Eso si que puede traducirse, porque el cabreo es universal y las maneras de resarcirse también. Ojalá en España seamos más listos y votemos lo que toca cada vez y no con segundas intenciones. Eso no beneficia a nadie.

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