viernes, 20 de agosto de 2010

Las torpezas del PP en Andalucía y en Madrid

El portavoz adjunto del grupo popular en la Asamblea de Madrid, Juan Soler, le ha hecho un favor a Trinidad Jiménez al intentar mofarse de su acento andaluz. Posteriormente, y acosado por los responsables de su propio partido, ha pedido disculpas. Pero el daño ya está hecho. Con sus palabras Soler parece tener miedo a la posibilidad de que la ministra de Sanidad sea la contrincante de Esperanza Aguirre e la batalla electoral por la presidencia de la Comunidad de Madrid y demuestra, una vez más la escasa simpatía que despierta Andalucía entre los políticos del Partido Popular.
Una vez pase, pero es que ya son muchas las veces que diferentes responsables del Partido Popular se dedican a atacar el acento andaluz, infravalorando una manera de hablar perfectamente aceptada como variedad lingüística dentro del español... Como lo es el argentino, el colombiano, el vallisoletano o el acento asturiano. Pero para los dirigentes del PP hablar andaluz es sinónimo de incultura o algo por el estilo ya que al menos una vez al año sale alguno soltando alguna cosa que siempre lleva ese "tufillo". Los ejemplos de Esperanza Aguirre, Ana Mato, Vidal Quadras o Montserrat Nebrera son algo más que una casualidad.
Me aburre muchísimo tener ahora que nombrar la cantidad de andaluces que, a lo largo de la historia, han sobresalido en las diferentes artes y ámbitos del pensamiento. Recordar a Nebrija, autor de la primera gramática del castellano es algo demasiado obvio...
Cada vez que el PP se acerca al PSOE en las encuestas andaluzas, tiene que venir alguien desde fuera a recordarnos a los andaluces quienes son unos y otros. Los pobres responsables populares de nuestra comunidad deben estar que trinan cada vez que sus compañeros de partido hablan de esta tierra. "así no hay manera" deben estar pensando.
Siendo eso grave (que lo es y mucho), lo que también llama la atención es lo nervioso que se ha puesto el PP en Madrid con el anuncio de Jiménez de presentarse a unas primarias. Ese nerviosismo le da la razón a Zapatero cuando creyó que era la mejor candidata posible y ha formado la que ha formado. Parece que a ZP le vuelve a sonreír esa suerte de la que tanto presume, y en el PP es que son "mu torpes, killo".

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