miércoles, 4 de noviembre de 2009

Funcionariocracia

¿Quien manda en España? ¿Quien manda en los países democráticos? La ciudadanía piensa, ilusa, que es el pueblo quien decide lo que quiere para si y que tenemos lo que nos merecemos o lo que nos damos. Lo llaman democracia. Otros, más espabilados, hablan de la "dictadura de los partidos" y lo llaman partitocracia. En ese hipotético escenario son los partidos políticos los que deciden el estado de las cosas. Pero, haciendo una reflexión más profunda y viendo la realidad de lo que ocurre en el día a día de las instituciones, es probable que quien realmente manden sean los funcionarios, que estemos ante la "funcionariocracia" osea, la burocracia. esté quien esté en el poder, son ellos los que deciden qué se hace.
¿Por qué la mayoría de los jóvenes quieren ser funcionario? ¿Por la necesidad de un servicio público? ¿Por el gusto de ayudar a conseguir una sociedad mejor? O será más bien por la fama que tiene el sector de cobrar un sueldo para toda la vida, no dar ni golpe y hacer lo que te dé la gana... 
Es verdad que no todos los funcionarios responden a ese estereotipo ni mucho menos, pr0fesores, médicos, policías y otros gremios no están ahí para tocarse las narices ni mucho menos, pero también es cierto que si a un funcionario no le gusta algo puede pararlo tanto tiempo entre otro papeleo que se lo puede cargar. Y eso es poder de verdad.
La ley está a favor del funcionario y los políticos pueden hacer muy poco ante ellos. Si hay uno que no dé ni golpe nadie puede hacer nada. Como máximo, y después de mucho batallar, podrán trasladarlo a otro departamento que sufrirá su ineptitud, pero nosotros, los contribuyentes, tendremos que seguir pagando su sueldo de por vida. Un ministro, Jordi Sevilla, intentó cambiar ese estatus y miren cómo acabó. Su poder es total. Un acuerdo entre los dos grandes partidos es la única solución para acabar con esa dictadura que lastra un estado y lo condena a ser mediocre.  

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