A la tele le gusta la ficción basada en hechos reales. No lo digo yo, lo dicen las audiencias. Y no las de ahora, las de siempre. Pero las cadenas se deberían poner de acuerdo a la hora de programarlas a riesgo que ocurra lo que está pasando estos días con las recreaciones del 23 F que se emiten en Antena 3 y TVE 1 respectivamente. La coincidencia sólo ha conseguido despistar a la audiencia y mezclar una mini serie con otra, una pena porque las dos parecen estar bien hechas.
Hace años, en el pleistoceno televisivo, un programa llamado "Estrenos TV" llenaba las tardes de los sábados con historias truculentas basadas en hechos reales. Un marido que mata a su mujer y que se lía con la hermana de la fallecida, una madre que saca adelante a su hija con una enfermedad producida en un hospital y se enfrasca en una batalla legal... Lo bueno de estos tele films americanos era que podías ver el principio, dormirte la siesta y despertarte a tiempo para ver el juicio final. Pero en fin, tenían una enorme audiencia.
Luego vinieron las películas para televisión basadas en hechos famosos. Los ingleses lo llevan haciendo muchísimos años, con Lady Di, y cualquier caso que trascienda a la opinión pública.
Y en España... Pues en España somos un poco caguetas. Unos pensaban que eso no lo vería nadie, otros que era demasiado caro (a nadie se le ocurría pensar en las reposiciones) y alguno más listo todavía le he oído decir que en España no había casos de ese interés.
Pues toma.
El género está de moda. Hemos tenido tele film de Fago, Rocío Waninkoff, Mari Luz... y 23F. En general están muy bien hechas, con tramas bien montadas, con actores que en algunos casos lo bordan, como la interpretación del padre de Mari Luz, la niña onubense. Pero todo ese coste y ese trabajo bien hecho debe concluir con una adecuada programacion, en día y hora. si no es una pena.
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