viernes, 10 de octubre de 2008

Un hombre bueno


Me siguen interesando las buenas personas más que las guapas, las ricas o las que adulan sin ton ni son. Y hay buenas personas por ahí. No es una percepción personal, hay datos más o menos objetivos que las delatan. Hoy se ha fallado el Nobel de la Paz y tras muchos años en las quinielas se lo han dado al finlandés Martti Ahtisaari por su contribución a resolver numerosos conflictos armados y políticos en los cinco continentes durante los últimos 50 años.
Hace un año y pico que fui por primera y única vez a Finlandia. Tenía una deuda pendiente con el Círculo Polar y allí me fui a cumplirla. Pero además de eso y de iniciar lo que será mi próxima novela, descubrí a un país hermoso y con unas costumbres sencillamente buenas. Me impresionaron mil cosas que hoy no vienen a cuento, pero una de las que más me gustó fue el respeto que tenían por su ex presidente Martti Ahtisaari. Ojalá nosotros supiéramos honrar así a los nuestros. La otra fue descubrir a Arto Paasilinna, un ex periodista, ex todo que escribe con un peculiar sentido del humor muy "finlandés" y que recomiendo a aquellos que quieran saber un poco más sobre aquel país, su gente y su forma de vida hoy. Paasilinna retrata la sociedad suomi de manera inteligente y divertida.
Martti Ahtisaari por su parte ha sido presidente de Finlandia entre 1991 y 2000, además de diplomático y experto en resolver conflictos internacionales. El galardonado ha anunciado que destinará parte del dinero a la financiación de su instituto Crisis Management Initiative.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

te veo muy sensibilizado, con los premios nobel, de este año

Gu1ta dijo...

Muy interesante lo que dices. Yo también creo que hay mucha gente buena por ahí.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Me alegro que se lo hayan dado a este hombre, más que nada porque no se lo han dado a la Betancourt. Estaba convencidísma de que se lo iban a dar a ella, tanto que ya tenía convocada una rueda de prensa. Lástima que no se dejara el exceso de ego en la selva, con las FARC

Verònica dijo...

Sigo creyèndo en los hombres buenos y estas cosas me alegran. Pero debo reconocer que me dan miedo los hombres que no son buenos por lo malo que sucede en el mundo. Hay mucho dolor innecesario mas alla del inevitable al vivir.