rue de cascades

Hace tiempo, en un post anterior hablé dek concierto de yann Tiersen al que fui. Una de las canciones más bonitas que tiene el bretón es Rue de Cascades. Tiersen consigue hacerme llorar cada vez que escucho uno de sus temas. Unas veces de alegría, otras de tristeza... con él afloran mis sentimietos inevitablemente. Hoy estoy en Oviedo y he descubierto que aquí hay una Fnac. Me he comprado 5 cd´s. Dos de este genio.

ZP viene a Sevilla a apoyar a Monteseirín

Al fin habrá foto. ZP viene a Sevilla a apoyar la candidatura de Monteseirín a la reelección como alcalde de la ciudad. El presidente del Gobierno ha tardado tres años en venir, y eso que el AVE hace quince que nos trae en dos horas y media...

Zapatero viene el próximo día 20 de mayo a un mitin en Sevilla y parece mentira pero es noticia. En sus anteriores visitas a la ciudad nunca había expresado un apoyo tan expreso al alcalde, ni lo ha recibido en la Moncloa. Es más, cuando ha venido por aquí ha preferido visitar el Ayuntamiento de Alcalá de Guadaría al de la capital de Andalucía. Algo que parece cuando menos extraño al tratarse Sevilla de la cuarta ciudad de España y la más grande gobernada por el PSOE (yo no cuento a Barcelona que está gobernada por PSC y unos cuantos más, y como se sabe el PSC no es el PSOE propiamente dicho). Muchos militantes que se volcaron con ZP en las elecciones de 2004 no entendían esa actitud del presidente, que logró en la provincia unos resultados que se acercaban a la mayoría "absolutista". ¿Qué le ha pasado a Zapatero con Sevilla?

Pero bueno, parece que al fin el presidente va a venir a ver a un alcalde que estaba deseando poder enseñarle como está quedando la ciudad. Nunca es tarde si la dicha es buena. Será una buena ocasión para que ZP vea que en Sevilla hay mucha gente que necesita que sepa de sus problemas, y que se le quiere mucho, aunque no se deje ver. Como el hijo descastado que ya no se pasa por el pueblo.

- Ya no quieres ná con nosotros. Le diría una señora con cierta sorna en la Plaza Nueva.

- Es que tengo mucho trabajo. - Contestaría Zapatero. Y añadiría- No tengo tienpo pa ná

- Pues aquí te seguimos queriendo mucho, hijo. - Diría la señora con cariño.- Tu vente pacá cuando puedas, que esta también es tu casa.

- Lo intentaré, lo intentaré. Y ZP se iría, pensativo, sintiéndose un pelín culpable pero contento a la vez. Por ver como es la gente de agradecida.

Por ellos, por nosotros

El PSOE e IU han alcanzado un acuerdo para desbloquear la ley de Memoria Histórica. El punto más conflictivo era el de los juicios y a partir de ahora los familiares de los asesinados por sus ideas podrán pedir que se revoquen las sentencias.

El año pasado hice una serie documental de siete capítulos llamada La Guerra Civil en Andalucía que me enseñó la verdad de la contienda en mi región. Tuve que entrevistar a más de cien personas relacionadas con la guerra y si algo saqué en claro es que después de más de 70 años no había acabado. Aquellos que quieren pasar página son los que no tienen la conciencia tranquila, los que prefieren no mirar lo que hicieron para no tener que pedir perdón.

Las represalias del bando ganador fueron tan grandes, tan injustas y duraron tanto tiempo que esta ley es lo menos que podemos hacer por aquellos que murieron por defender las ideas de la democracia.

He visto mucho. Las miradas de muchos viejitos que aun hoy se emocionan al recordar aquellos hechos, como fueron humillados, maltratados. Pero lo que más me impresionó fue el testimonio de un señor que al recordar la guerra no podía dejar de sentirse culpable por haber sobrevivido. Todos sus compañeros murieron defendiendo la libertad y él había tenido la "deshonra" de haber sobrevivido. Sus lágrimas deben ser nuestra fuerza para hacer una España mejor. Y una España mejor es una en la que se derogan sentencias injustas y en la que restituyen los derechos y la dignidad de las personas. es tarde para ellos, pero no para nosotros.

Teoría de la Relatividad

Todo es relativo. Hay tantísimas canciones, versos, escritos y otras expresiones artísticas que intentar explicar este pensamiento. Pero no por más escuchado, leído o visto, deja de ser verdad. Algo que parece ser muy importante se torna intranscendente cuando otro asunto mayor llama a tu puerta y entonces casi te ríes del problema anterior.

Te quieres morir hasta que de verdad te estás muriendo. Quieres dejar de amar hasta que de nuevo amas. Tu trabajo es una mierda hasta que estás en el paro. Tienes el mayor problema del mundo hasta que otro inconcebible se acerca a ti para demostrarte que no hay nada absoluto. Todo es relativo. Creo que Einstein no se refería a esto con su teoría pero ni yo soy alemán, ni físico. No digo nada nuevo, sólo me pasan cosas nuevas en un mundo que seguirá girando cuando el mío deje de hacerlo. Ya hay que ser relativo.

Ya ves...

No es que el camino sea largo. Lo malo es hacerlo sin ti...

Bloc Party

Blas Fernández recomendó este grupo hace unas semanas en Diario de Sevilla. Se llaman Bloc Party y su último trabajo A Weekend in The City. La opinión de Blas siempre es digna de consideración. Son un grupo londinense que me ha gustado. En esta triste ciudad de Sevilla me va a costar encontrarlos, pero haré lo que pueda.

Sentirte en casa a 1.000 kilómetros

Nunca entendía las manías de las estrellas del rock, a los escritores excéntricos y en general a los artistas con caprichos extraños que hacían poner en sus contratos exigencias extravagantes. Tal y como las contaban los medios de comunicación, me parecían más bien una manera de llamar la atención que otra cosa. Llevo un tiempo viajando mucho, pero mucho mucho, y algunas de esas excentricidades ya no me lo parecen tanto.

Cuando uno no está en casa y cada día termina el día en una habitación distinta, por muy cuatro estrellas que sea, la cosa se pone dura. No es falta de confort, ni incomodidad, es simplemente impersonalidad y desazón. El dormitorio es el último lugar y el primero que vemos, y acostarte cada día en uno diferente llega a ser triste. Sientes que no te une nada a la tierra. Por eso entiendo a los artistas que siempre quieren dormir con unas determinadas sábanas, o que quieren un sandwich de pollo y las paredes de color azul, o que haya zumo de tomate. Son clavos a los que agarrarse, una manera de sentirte en casa, de que vuelves a un lugar. Volver. Siempre volver.

He comenzado por querer ir siempre a los mismos hoteles, no es que sean los mejores, pero son en los que me reconozco. Pero ahora, como estoy yendo tanto, tengo pensado pedir la misma habitación, aunque el enchufe de la esquina no funcione bien. Eso también me pasa en casa y no se la cambio a la vecina. Quizás me esté volviendo un excéntrico, quizás busque la costumbre para sentirme en casa aunque esté a 1000 kilómetros de ella.